jueves, 8 de enero de 2009







Podría decirte cuanto te amo, cuanto deseo que en vez de que pronuncies su nombre digas el mío con el mismo amor que antes me tenías .
Podría llorarte hasta que el presente se me escape de las manos y me deje sola y abandonada en el pasado viendo como me convierto en un triste recuerdo que aparece solo cuando es 10 de febrero.
Podría jurarte que te amo tanto, que nunca te dejé de amar y nadie en toda tu vida te logrará amar de la misma forma que yo.
Podría luchar por ti, arriesgarlo todo, forzar tus brazos para que me abracen una vez más, obligar a tu boca a que me bese con la misma intensidad como si el tiempo jamás hubiese pasado.
...pero hay una cosa que está mal; ya no quiero hacerlo.
Ya no siento que me persigue esa sensación de que todavía queda algo entre tú y yo...
Ya no quiero volver a sentirla.
Artie... ¿qué pasaría si te dijera que ya no te amo?
¿Te sentirías liberado? ¿No te importaría en lo más mínimo? ¿No extrañarías pensar que aparte de ella alguien más te ama?
Aún me importas y creo que me importarás por el resto de mi vida pero...
Creo que ya.
Cuando veo el atardecer aún pienso que me gustaría disfrutarlo contigo... y luego algo me dice: ¿Por qué disfrutarlo con alguien que fingiría disfrutarlo también?
Te amo... pero no te amo.
Te dejo ir, sin embargo aún te tengo atado a mi.
¿Y si mejor cubres mis ojos para después desaparecer lentamente?

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